martes, 28 de marzo de 2017

COMPETENCIAS DOCENTES



COMPETENCIAS DOCENTES EN LA ERA DIGITAL



Zulma Rocío Lugo Aldana
Universidad de los Andes
Colombia



En la actualidad se reconoce la importancia de la formación docente para la calidad de la educación en Colombia.

Pese a que el siglo XXI está catalogado como la era del conocimiento y la información y precisa la formación de ciudadanos capaces de enfrentar un mundo digital, sujetos competentes para afrontar inclusive problemas que aún no existen (Voogot y Pareja, 2010), de forma paradójica el nivel de competencias necesarias para la educación del siglo XXI es incipiente. Esta situación es evidente en los bajos resultados que ha obtenido nuestro país en las pruebas internacionales como las pruebas PISA que realiza la OCDE, en la cual ocupó el puesto 57 (OCDE, 2016). Si bien, las competencias profesionales docentes no son el único factor que interviene, si son un tema neurálgico para reflexionar sobre la calidad de la educación en nuestro país.

En esta era, se precisa de profesionales de la educación altamente calificados para afrontar situaciones conflictivas propias de su contexto profesional (UNESCO, 2008 ). Según Monereo (2011 ) este contexto se nutre de dos tipos de problemáticas. Las primeras habituales o prototípicas, como la organización del tiempo, las normas de clase, los contenidos a impartir, el dominio del conocimiento, la coherencia de la evaluación y los conflictos propios de la convivencia. Al segundo grupo de problemáticas las ha denominado emergentes porque resultan del ritmo acelerado e incierto, característico de nuestra era. Éstas tienen que ver con el uso de los recursos tecnológicos, el control de plagio, el dominio de los contenidos, el manejo de las redes y los conflictos de convivencia que hoy en día están permeadas por el acoso y ciber-acoso.




Este panorama problémico le exigen al docente una serie de habilidades y competencias para responder a tal demanda. Esta demanda implica además, la capacidad de ofrecer oportunidades de aprendizaje a los estudiantes para que éstos desarrollen habilidades para la era digital (UNESCO,2008 ).

En ese sentido, la educación de hoy tiene como meta que los ciudadanos desarrollen habilidades para el siglo XXI; capacidades tales como el pensamiento crítico, la resolución de problemas, el manejo de las herramientas digitales, entre otros. Estas exigencias precisan que los docentes seamos competentes. Aunque esta premisa parece obvia, la formación en competencias docentes resulta ser todo un reto.



El término competencias desde la postura de Monereo hace referencia al “conjunto de conocimientos y estrategias que pueden permitir a un docente afrontar con éxito los problemas, conflictos y dificultades que de forma más habitual se le presentan durante su ejercicio profesional” (Monereo, 2011, p 2). Por todo lo anterior, se esperaría que los docentes para ejercer nuestra labor profesional con calidad y dominio, pudiésemos ser evaluados a partir de ciertas capacidades, en la medida que las mismas potencialicen nuestra praxis y se trasladen al mejoramiento del sistema educativo colombiano (UNESCO,2008).





La UNESCO (2008) en su documento sobre estándares en competencias docentes, establece una guía para los procesos de formación del profesorado, basándose en la relación que existe entre las reformas educativas, el uso de las TIC y el crecimiento económico. La directriz se traza sobre tres ejes para lograr el crecimiento económico de un país, el enfoque de nociones básicas en TIC, el enfoque de profundización del conocimiento y el enfoque de generación del conocimiento. Cada uno de estos enfoques apunta a unas metas específicas para el desarrollo. El primer enfoque hace hincapié en el nivel de conocimientos que deberían tener los ciudadanos para manejar las herramientas digitales. El segundo se refiere al cómo los ciudadanos tienen la capacidad de trasladar los conocimientos en la resolución de problemas de la vida real. Y el tercer enfoque apunta a que los sujetos sean capaces de innovar.



En consecuencia, es de esperar que la enseñanza se oriente a formar ciudadanos con las competencias básicas, de profundización y de innovación. De esta manera el reto, es que los docentes ofrezcamos oportunidades de aprendizaje a los estudiantes, para que los mismos desarrollen tales capacidades.

Esta tarea implica que los docentes tengamos las competencias necesarias para ello, competencias que se muestran en el siguiente cuadro:












Figura 1. Módulos Unesco de Competencias TIC para docentes. Tomado de: UNESCO (2008).Estándares de competencias en TIC para docentes. Organización de las naciones unidas para la educación, la cultura y el desarrollo







Sin este perfil profesional no es posible desarrollar situaciones de enseñanza-aprendizaje que construyan el camino al empoderamiento, el desarrollo de las habilidades para el siglo XXI y la mejora de la calidad de la educación. Lo anterior permite ubicar la formación en competencias docentes como un fenómeno que se traslada al contexto socio-politico pues dinamiza el escenario social, político y económico de Colombia. La tarea entonces no está sólo en los docentes en formación y en los formadores de formadores. Si no también en nosotros, los docentes en ejercicio. La tarea debe partir de nuestra reflexión individual y en la búsqueda de potencializar nuestras competencias docentes, autoevaluarnos, encontrar nuestras debilidades y fortalezas, capacitarnos y enriquecer nuestro perfil profesional




REFERENCIAS




Monereo, C. (2011). Las competencias profesionales de los docentes. Recuperado de http://www. encuentro-practico. com/pdf10/competencia-profesional. pdf.




Tejada, J. (2009) Competencias docentes. Revista de curriculum y formación del profesorado. Vol 13, N° 2




UNESCO (2008). Estándares de competencias en TIC para docentes. Organización de las naciones unidas para la educación, la cultura y el desarrollo

Voogt, J. y Pareja, N. (2010).21st Century Skills. Discussion Paper. Enschede (The Netherlands): University of Twente.

sábado, 25 de marzo de 2017





LA DOCENCIA CON TECNOLOGÍA: UNA NECESIDAD PARA EL DESARROLLO DE LAS HABILIDADES DEL SIGLO XXI


Zulma Rocío Lugo
Universidad de los Andes 





El objetivo principal del presente ensayo es revisar las principales teorías que sustentan la docencia con tecnología y reflexionar críticamente en torno a sus posibles aportes, implicaciones y posibilidades para el desarrollo de las habilidades del siglo XXI, desde las estrategias de enseñanza. 

Concretamente se exploran tres modelos teóricos, el Aprendizaje invisible (Cobo y Moravec, 2011), la pedagogía de la educación a distancia (Anderson y Dron, 2011) y el modelo TPCK (Koehler y Mishra, 2006). 


En la actualidad las demandas sociales están cambiando a un ritmo acelerado, estamos atravesando un momento de transformaciones culturales en el que la incertidumbre es el pan de cada día. Este fenómeno que se desprende de un momento coyuntural en el devenir histórico, el tránsito de una sociedad industrial a una sociedad del conocimiento y la información (Voogt y Pareja, 2010). 


En este escenario, es evidente la influencia de las Tecnologías de la información y la comunicación TICS en la transformación cultural, de hecho nos han permeado tanto que han cambiado nuestra concepción del mundo (Anderson y Dron, 2011). 


Así las cosas, el reto de la educación actual está en formar ciudadanos capaces de enfrentar un mundo incierto y fuertemente ligado a las TIC. Debemos formar personas con habilidades para desempeñarse en labores que aún no existen, habilidades para el siglo XXI (Voogt y Pareja, 2010). 


Este desafío convoca a los profesionales de la educación a reflexionar sobre la docencia en tecnología, sus contextos y competencias profesionales que le lleven a ofrecer oportunidades de aprendizaje a sus estudiantes para el desarrollo de habilidades; habilidades que precisan el manejo de herramientas tecnológicas, pero que no se reducen a ello, habilidades que trascienden a distintos ámbitos de la vida del sujeto y a la dinámica social.

En esta línea de pensamiento, Cobo y Moravec (2011) plantean un proto-paradigma que denominan el Aprendizaje invisible, AP. Esta propuesta se alimenta de una premisa de Freire, el ser humano es histórico, inacabado y en constante transformación (Freire, 1992), lo que implica entender el aprendizaje “como un continuum que se prolonga durante toda la vida” (Cobo y Moravec, 2011 p. 23). El AP parte de comprender que el aprendizaje ocurre en diferentes escenarios de la vida y que las formas de aprender que resultan en los entornos educativos formales, informales y no formales se pueden integrar de manera tal que el individuo llegue a conectar todo el conocimiento obtenido de forma continua. 


Este modelo nos invita como docentes, a cambiar nuestras estrategias de enseñanza, retándonos a diseñar propuestas pedagógicas con calidad de uso de las TICS en las cuales la competencia digital se estimule con la praxis (Cobo y Moravec, 2011). El AP nos insta a innovar mediante el planteamiento oportunidades de aprendizaje en la que los estudiantes desarrollen habilidades como la creatividad, el trabajo colaborativo y el pensamiento crítico, habilidades indispensables para el siglo XXI (Voogt y Pareja, 2010). El desafío está entonces en desarrollar aprendizajes prácticos a partir de la cotidianidad y las necesidades del mundo real, de manera tal que pueda lograrse un uso inteligente de lo aprendido (Cobo y Moravec, 2011).


Por otra parte Anderson y Dron (2011) exploran el devenir histórico de la educación a distancia, y nos llevan a reconocer los principales aportes de cada modelo pedagógico. En primera instancia mencionan la pedagogía cognitiva-conductual la cual se basa en un diseño instruccional mediado por tics en el que internet hace posible el acceso a las actividades de clase. En segunda instancia, el enfoque socio-constructivista que se basa en la naturaleza social del conocimiento como medio para adquirir aprendizaje. Esta pedagogía le otorga al individuo un papel protagónico y un rol activo en su proceso de aprendizaje.A su vez, posibilita el uso del aprendizaje colaborativo. Por último el conectivismo, en el que el eje por el que se rige son las conexiones de red, las cuales hacen posible el uso del conocimiento en otros entornos. 


Las pedagogías de educación a distancia nos permiten observar las diferentes habilidades que puede adquirir el sujeto y que los fines de la educación se ven fuertemente influenciados por las formas de enseñanza y las oportunidades para el aprendizaje. El qué y el cómo de la enseñanza.

En este punto, la reflexión partiría de cuestionar el qué enseñar y el cómo enseñar con TICS. Cuando la pregunta parte sólo del qué, las TIC resultan siendo un tablero más pero con imágenes dinámicas. El cómo nos convoca a la innovación, al diseño de estrategias para el desarrollo de habilidades, a la búsqueda de actividades que estimulen el uso de otros ambientes como entornos de aprendizaje en los cuales los estudiantes colombianos adquieran diferentes destrezas como la resolución de problemas y la creatividad. 

Reflexionar en el cómo se enseña, requiere necesariamente partir de los conocimientos que tenemos, enriquecer nuestro saber profesional y flexibilizar nuestro estilo de enseñanza. 

En este marco, el modelo TPCK propuesto por Koehler y Mishra en el 2006, nos convoca a llevar buenas prácticas pedagógicas con las TIC.

En la revisión que llevan a cabo Valverde, Garrido y Fernández (2010) exponen que el constructo TPCK parte de la premisa que las buenas prácticas educativas en TIC requieren una estructura conceptual, cuya génesis se da en la triada pedagogía-contenido curricular – tecnología. TPCK recoge un modelo consolidado en el reconocimiento de los saberes que debe poseer un docente para su desempeño en el aula, el constructo PCK de Shulman (1987, en Valverde et  al., 2010), y le integra el conocimiento en tecnología. 


La PCK hace referencia al conocimiento de contenido curricular y pedagógico que son característicos de la profesión docente. Conocimientos que con frecuencia parecieran aislarse y desarrollarse de forma desagregada de la tecnología (Valverde, Garrido y Fernández, 2010)


Para Koehler y Mishra (citado en Valverde et al, 2010) el conocimiento del contenido curricular (CK) y el conocimiento pedagógico (PK) son más bien constantes, en cambio el conocimiento en tecnología (TK) está sujeto a la incertidumbre, por cuando se transforma de forma acelerada. De esta manera que se referiría más a los conocimientos con y sobre las herramientas tecnológicas aproximándolo al concepto de “fluidez de la Tecnología de la Información” (Valverde et al., p 218). 




Es necesario reconocer la importancia de la formación permanente de los docentes, así como la capacidad de adaptación y flexibilización para el diseño de estrategias que respondan a las necesidades educativas para el mundo de hoy. Los docentes debemos estar capacitados para educar a los ciudadanos del siglo XXI, y el constructo TPCK nos invita a reflexionar sobre los conocimientos y competencias profesionales necesarias que para enseñar desde el constructivismo usando TICS.


En este punto focalizó la atención del ensayo para reflexionar nuestra práctica pedagógica con sentido crítico. Esto implica comprender que la propia práctica de enseñanza tiene suficiente potencial para transformar la realidad (Freire, 1992) y que los sentidos de las mismas trascienden los límites del aula para ubicarse en las esferas del escenario sociopolítico. En este sentido, cuando los docentes estamos capacitados para asumir el desafío de enseñar y ofrecemos a nuestros estudiantes oportunidades de aprendizaje para el desarrollo de habilidades generamos mecanismos de empoderamiento y poco a poco vamos transformando la realidad de nuestro país. 




REFERENCIAS






Anderson, T., & Dron, J. (2011). Tecnología para el aprendizaje a través de tres generaciones de pedagogía a distancia mediada por tecnología. Athabasca University, Canadá. Revista Mexicana de Bachillerato a Distancia.




Cobo, C., & Moravec, J. W. (2011). Aprendizaje invisible: Hacia una nueva ecología de la educación. Laboratori de Mitjans Interactius/Publicacions i Edicions de la Universitat de Barcelona.



Freire, P. (1994). Cartas a quien pretende enseñar. Salamanca: Siglo XXI



Valverde Berrocoso, J., Garrido Arroyo, M. D. C., & Fernández Sánchez, R. (2010). Enseñar y aprender con tecnologías: un modelo teórico para las buenas prácticas educativas con TIC. Teoría de la Educación, 11(1), 26.





Voogt, J. y Pareja, N. (2010).21st Century Skills. Discussion Paper. Enschede (The Netherlands): University of Twente.